El Metro de los hospitales

La línea 3 va a estar a tope. Sería aconsejable la mascarilla aunque hayan encontrado una vacuna fiable

Ha vuelto a la actualidad la línea 3 del Metro de Sevilla, que se está convirtiendo en la línea de los hospitales. Con el cambio anunciado por la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, para que el recorrido de la avenida de la Palmera se desvíe hasta el Hospital Virgen del Rocío, esta línea va a enlazar a los tres principales hospitales públicos sevillanos (Macarena en la zona norte, Virgen del Rocío y Valme en la zona sur). Además de que pasará cerca de otros, como la Clínica de Fátima, Duque del Infantado, Sagrado Corazón, Fremap, Hospital Militar (también) y algunos más. Si a eso se añade que llevará al estadio del Betis, la Ciudad de la Justicia, Lagoh y varios sitios de interés más, esta línea del Metro va a estar a tope. Sería aconsejable la mascarilla aunque hayan encontrado una vacuna fiable contra el coronavirus.

Habían anunciado la recuperación del tramo subterráneo de la Palmera, por acuerdo expreso de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Marifrán Carazo regresa a las ideas básicas de la década pasada. Y ahora lo que hace falta, cuando se elabore el proyecto, es que empiecen a funcionar las tuneladoras. El día feliz en que los políticos se puedan fotografiar junto a una tuneladora es la clave. ¿Sucederá antes de las elecciones andaluzas de 2022? Ya falta menos para llegar desde Pino Montano a Los Bermejales y Valme, o incluso más lejos, hasta Dos Hermanas, si se tercia…

Ésta es una grandísima oportunidad. Ha sido interesante que la Junta y el Ayuntamiento se pongan de acuerdo. Es ahora o nunca para la línea 3. En la Unión Europea van a conceder ayudas, subvenciones o préstamos (eso ya se verá) a tutiplén. Y aunque, en teoría, una gran parte será para mejorar la estructura sanitaria de los hospitales y la salud pública, otra parte llegará para las obras públicas. Esperemos que no ocurra como en el tranvía de Alcalá de Guadaíra o el AVE transversal.

Al Metro, a pesar de los avances recientes, le han tocado malos tiempos para la lírica, como diría Bertolt Brecht. Porque antes del coronavirus los políticos recomendaban el uso del transporte público, por dárselas de ecologistas y luchar contra el cambio climático. Pero en la pandemia resultaba que el transporte público era un foco de contagios del Covid-19, y empezaron a defender el automóvil privado con una sola persona, o con dos, si acaso.

Cuando interesa el Metro es porque el coronavirus está más controlado. El transporte público vuelve a ser el mejor, hasta la próxima pandemia. Nos queda el consuelo de que la línea 3 irá de hospital en hospital. Ojalá no se colapse.

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