Todo empieza hoy, continuará mañana y muy posiblemente ya no se pare hasta que empiece la Liga. El personal no se queda quieto ni por equivocación, los del norte bajan al sur, que hay que ver cómo están nuestras playas de gente de por ahí arriba, y bastantes sureños huimos de la agresividad de nuestros mercurios zumbando hacia arriba. Hoy proliferarán los retornos, esos caminos de vuelta tristones, con la nostalgia recién servida y a punto el síndrome posvacacional, ese eufemismo con que se edulcora la vuelta al castigo bíblico. Hoy serán los retornos los que colmen las autopistas y el peaje de Las Cabezas, fielato insuficiente en estos días de migraciones sin fin, y mañana arrancarán los ilusionados caminos de ida para los que vacan en agosto. Tanto hoy como mañana, el personal volverá y se marchará; así ya hasta que arranque el vértigo de la Liga.
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