La esquina

josé / aguilar

Monedero dimite en Podemos

UNO de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, es el autor de la mayor carga de profundidad que se ha colocado en la base de este partido. Casi una enmienda a la totalidad del funcionamiento de Podemos, que tiene el valor añadido de que se hace desde las entrañas del mismo. Fuego amigo, por tanto, que puede ser el más lesivo y es el más desmoralizador.

Monedero, ideólogo y secretario de Programa -uno de los tres personajes claves de la organización podemita-, se ha declarado decepcionado con la incesante marcha de Podemos hacia la moderación y, sobre todo, con el hecho de que el partido se parece cada vez más a aquéllos a los que quería sustituir cuando nació. A la casta, vamos. No cabe imaginarse un insulto más grave a Pablo Iglesias, Errejón y demás que decirles que adoptan actitudes propias de la casta, modos de la vieja política.

Monedero atribuye esta involución desde el idealismo originario hasta el pragmatismo maquiavélico a las exigencias de la competición política y la lucha por el poder (lo mismo que aqueja a todos los partidos que en el mundo han sido) y desgrana, con aparente suavidad y nítida contundencia, algunos de los síntomas que presentan sus hasta ahora compañeros: en Podemos se considera más importante un minuto de televisión que reunirse con los círculos, hay más disposición a verse con los banqueros que a escuchar a las bases y se nota mayor dedicación a los problemas del aparato que a los de la calle. Pues no que me parece a mí que estaba haciendo el retrato de Pablo Iglesias...

El retratado anunciaba por la tarde que Monedero había dimitido como número tres de Podemos. De su episodio con Hacienda por no haber regularizado sus ingresos millonarios como asesor de Venezuela y otras naciones camaradas había salido muy tocado. Sobre todo, sintió una absoluta soledad. Sus compañeros empezaron a esconderlo y a verle como un estorbo y un contrapunto al discurso de la regeneración y la ética de Podemos.

Lo cual hace más verosímil la teoría de que aquel dinero venezolano de Monedero, no era de Monedero, sino de Podemos. Monedero se comió solo el marrón de la oscura e ilegal financiación del partido disfrazándola de cobro personal de un asesoramiento realmente increíble (sobre moneda). Sus manifestaciones de ayer tal vez destilaban la amargura diferida del sacrificio. Ya tiene un pie fuera del partido.

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