LA indignación prendió esta semana entre los policías nacionales cuando leyeron en la prensa que el presupuesto de la Copa Davis está aún abierto por gastos de última hora que hubo que atender, entre ellos la comida de los agentes que participaron en el dispositivo con motivo de la visita del Rey. A ver si ahora las cuentas se van a descuadrar por tres cestas de bocadillos de mortadela y varias piñas de plátanos..., pensó más de uno lamentándose del nivel del catering recibido en un evento de primer nivel. El alcalde lo recuerda cada día: austeridad, no están las arcas para alegrías. Vale, pero, buscando lo barato, ¿no había otro menú?