ASUNTO de Estado ahora que hasta el Estado se encuentra en un insoportable equilibrio inestable. Como asunto de Estado se toma en esta Sevilla que se nos va el Cabildo de Toma de Horas y nos sigue llamando la atención la importancia que cobra que el Silencio pida la venia en la Campana cinco minutos antes o que los Gitanos la retrasen en veinticinco minutos. ¿Tiene arte o no tiene arte esta minuciosidad? Menudencia como de relojero y un entusiasmo que ojalá se emplease en otros asuntos de la vida local, que seguro que todo iría mejor. Pero sí hay que convenir en lo trascendente que es para Sevilla su Semana Santa, la importancia que tiene en el imaginario costumbrista que va de abuelos a hijos y nietos. Se lee uno las resoluciones de dicho cabildo y se sorprende entrañablemente mientras en la Carrera de San Jerónimo siguen toreándonos.