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desde mi córner

Luis Carlos Peris

...y Oliver sigue, y sigue, y sigue

Contumaz como él solo, el navarro no ceja en que el Betis vaya a Guatepeor tras haber escapado de Guatemala

RESULTA curioso, benévolamente curioso, que continúe teniendo espacio mediático Luis Oliver. ¿No podría este hombre dejar al Betis de una puñetera vez? Y sigue, y sigue, y sigue dando la tabarra y tirando mierda a personas que sí han significado, significan y significarán mucho en la historia centenaria del por siempre Real Betis Balompié. Afortunadamente, el Betis duerme tranquilo porque su sección en los tribunales está a cargo de una persona íntegra, minuciosa y que anda echando a la cuneta todas las piedras que le están poniendo en el camino, algunas desde lugares que dan mucho que pensar y muy mal por cierto.

Este tipo, Oliver, no ceja en su afán de meter la cabeza en el Betis sin tener en cuenta que el paisaje y, menos aún, el paisanaje no lo acepta. Pero él, terne, sigue a lo suyo, despotricando desde tribunas amigas, y tratando de llenar de mierda a una figura que tanto significa en la historia bética como es la de Rafael Gordillo y Vázquez por su madre. Dice que Rafael engordó las comisiones en el fichaje del francés Pavón de forma desorbitada, nada que ver con la austeridad mostrada con Sergio García y Mehmet Aurelio. ¿Alguien puede creerse esta patraña? Bueno era y, me imagino, es Lopera para que alguien ose birlarle lo que siempre creía que era suyo...

Pero es que, además, Gordillo no intervenía para nada en los fichajes, ni siquiera en la tarea de negociarlos. Pavón llegó a Heliópolis por recomendación de Faruk Hadzibegic, que hacía de secretario técnico cuando Rafael era simplemente el delegado del equipo en los viajes. Enseguidita en aquel tiempo iba nadie a meter la mano en una caja que guardaba y manejaba Lopera, enseguida. Eso fue tal que así y no como dice Luis Oliver, ese hombre que llegó al Betis para que cuando el club saliese de Guatemala se metiese en Guatepeor. Y ahí sigue, como el conejito de Duracell, sigue, sigue, sigue... ¿Hasta cuándo habrá de aguantar el Betis a personajes como éste?

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