La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Macarena Olona, ¿cañón o vendaval?

Es cuando menos llamativo el silencio de los grandes sociólogos, quizás porque todo es confuso y nuevo en Andalucía

Macarena Olona en un acto reciente

Macarena Olona en un acto reciente / M. G. (Almería)

Recuerdo que ocurrió en una de esas ruedas de prensa que dan los portavoces parlamentarios a media mañana en las Cinco Llagas para conseguir los 30 segundos en el informativo de mediodía de Canal Sur, de soltera Telesur hasta que el gran Pepote fundó el gran canal con una fiesta en el Teatro Lope de Vega en la que actuó Julio Iglesias. Fue el portavoz de Vox, señor Gavira, el de las gafas de pasta que en la óptica deben venderse como modelo Transición Española, quien compareció por asuntos de actualidad. Alguien le preguntó con un poquito de colmillito si sabía algo de la posibilidad de que la candidata a la presidencia de la Junta por su partido fuera Macarena Olona. Gavira salió airoso y sin perder el rictus de busto parlante un tanto hierático:“Pues si viene Olona... Olona es un cañón”.

Pasados los meses, vistas las ronchas que provoca la señora Macarena, creo que Gavira se quedó corto. Está siendo más bien un vendaval, porque el gallinero andaluz está revuelto como nunca. Para los periodistas es todo un zamarreón que siempre genera titulares, ya se tenga más o menos puesta la camiseta... Que siempre es importante la camiseta para no quemarse con el sol, que tenemos encima el verano, oiga. Olona enciende los debates sin que se hayan conocido las fechas de su celebración, provoca ausencias y, lo más curioso, tiene en la cofradía del silencio (con minúscula) a ciertos sociólogos que en otros momentos no nos dejarían de dar la matraca sobre los posibles resultados, con esas estimaciones que navegan entre la verdad y la necesidad de dejar satisfecho al que paga el sondeo.

Estoy echando en falta a algún reputadísimo experto en la materia, siento una suerte de vacío que por momentos roza la angustia. No sé cómo interpretar semejante mar plato. ¿Recuperaremos las orientaciones de ciertos gurús o las perderemos como las tradicionales pegadas de carteles? Un modelo de campaña se nos va... Ahora todo se juega en las redes sociales, en la mensajería masiva, en los canales de vídeos cortos y gratuitos.

Entre el vendaval de Macarena, el silencio de los grandes druidas y que ya no se usan los cepillos y el cubo en la noche que se abre la campaña, algunos andaluces estamos más confundidos que Dinio por la noche. ¿Qué panorama quedará tras el vendaval? Todo es extrañamente distinto. Nuevo. No presagiamos aquellas mayorías absolutas del PSOE, ni la que rozó el PP en 2012. Hay señales, solo señales que habría que saber interpretar. En los años del Telesur sabíamos quiénes ganaban: los de siempre. Plúmbea rutina. Ahora todo es diferente. Los pastores andan revueltos de reunión en reunión. Atrás quedan las certerzas. Oh, témpora...

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