Que Maíllo vaya de segundo de Rodríguez escenifica el hundimiento del PCE y los partidos comunistas históricos reconvertidos en eurocomunistas en los 70. En junio de 1984, el multitudinario funeral de Berlinguer fue una histórica demostración de fuerza de un PCI que pocos días después volvió a hacer historia en las elecciones al Parlamento Europeo derrotando por primera vez a la Democracia Cristiana y al PSI. Lo que no impidió que seis años más tarde se disolviera el potente partido fundado en 1921 por Bordiga, Togliatti y Gramsci. El también poderoso PCF fundado en 1920 nunca se recuperó de su batacazo en las elecciones de 2007. Y el PCE, tras duras guerras intestinas, se refugió tras las siglas de IU en 1986. Ninguno pudo sobrevivir a la caída del muro de Berlín en 1989 y al desmoronamiento y final disolución de la URSS entre 1982 y 1991.

Por eso el antiguo PCE vive preso de este juego de muñecas rusas dentro de una IU que a su vez está dentro de Adelante Andalucía junto a algunos restos del naufragio del PA y otros partidos de la izquierda radical. El resultado es que Maíllo va de número dos de esta ensaladilla pos rusa cediendo el primer lugar a una candidata cuyas limitaciones, por si no lo estuvieran ya, han quedado suficientemente retratadas en los dos debates a cuatro de Canal Sur y TVE.

Sin embargo Maíllo está contento con este papel. "Está siendo una campaña de disfrutar" ha dicho. Y a uno le parece oír el "¡no me duele!" del niño que tras un papirotazo intenta sonreír mientras se le cae una lágrima. El estudiante de clásicas, profesor y lector de Tácito, Ovidio y Eurípides se ha rendido a seguir en Andalucía la estrategia de Garzón e Iglesias en Madrid. Se ve que Juego de tronos vale más que Los anales, Las metamorfosis o Medea.

Así un político mejor preparado que los cuatro candidatos a la presidencia de la Junta será segundo de la candidata que aspira a ser segunda de Susana Díaz (pese a que Maíllo haya dicho no va a entrar "en ningún gobierno" con Susana Díaz porque "no es de fiar y engaña más que habla") en una posible alianza PSOE-Podemos que arrastraría a los socialdemócratas a la marea populista. Alianza que también se vislumbra en las futuras elecciones nacionales pese a las tensiones entre el Picapiedra o apostólico dúo Pedro y Pablo. El león comunista que rugía en Octubre de Eisenstein se ha convertido en cabeza de ratón.