Crónica Personal

El PP decide su futuro

Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría se presentan en el congreso muy igualados. La lucha ha sido sin cuartel

La suerte está echada. Se inicia hoy viernes el congreso extraordinario del PP que debe decidir su futuro, concretado en un nuevo equipo dirigente que sentará las bases para cumplir con los objetivos que se ha marcado el partido: abrir una nueva página en la que quede definitivamente enterrada la imagen de corrupción que lo ha asolado en los últimos años; recuperar la ilusión y el entusiasmo perdidos en el camino, y tratar de ganar las elecciones al PSOE, lo que todo el PP está convencido que se puede hacer si aciertan con el equipo y la cara adecuada para ocupar la presidencia.

Casado y Soraya Sáenz de Santamaría se presentan en el congreso muy igualados. Empezó Casado con fuerza, que después decayó, pero ha recuperado espacio en los últimos días, hasta el punto de que es imposible predecir el resultado. Esperaba Casado, sin conseguirlo, que se pronunciara Feijóo a su favor, como esperaba Soraya, sin conseguirlo, que en el último momento Rajoy hiciera algún gesto de apoyo a su figura, tan vapuleada por quienes habían sido aparentes compañeros de Gobierno y que en las últimas fechas no es que se hayan alineado con Casado, que en su derecho están de hacerlo, sino que no han movido un dedo para distanciarse de la campaña de desprestigio organizada por Hazte Oir. Lo que en cierto sentido significa que avalan las acusaciones de que la ex vicepresidenta ha roto con los principios y valores del PP. Hazte Oir ha utilizado todos sus recursos para dejarla fuera de juego, sin escatimar medios económicos para realizar videos, repartir miles de mensajes o insertar páginas de publicidad en los medios.

La lucha ha sido sin cuartel y los compromisarios tendrá que definirse este fin de semana con todos los elementos sobre la mesa: las promesas de los candidatos, sus propuestas, las informaciones que les llegaban a través de los medios de comunicación… y los silencios de Rajoy y Feijóo.

Los dos equipos han manejado listas en las que colocaban cruces o marcas de colores, pero son ingenuos si creen que las promesas van a misa. El voto es secreto y en urna, lo que significa que cada compromisario puede hacer lo que quiera con su voto, puede expresarse en conciencia, aunque en público diga lo que crea que le conviene.

Con esta premisa, que nada de lo que se promete tiene por qué cumplirse, se inicia un congreso que, en cierto sentido, va más allá de lo que supone la elección de una nueva dirección de un partido concreto. Para los compromisarios del PP es fundamental acertar. En caso contrario no conseguirán ni potenciar el partido … ni ganar a Pedro Sánchez.

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