EN cuestión de demandas Luis Bárcenas le va ganando al partido del que fue tesorero (y atesoró lo que pudo). Tres a una. Un mes ha tardado el PP en demandar, por vulneración del derecho al honor, a la empresa editora de El País y al "autor de los falsos papeles publicados que, según dicho medio de comunicación, es Luis Bárcenas". En sólo una semana Bárcenas ha denunciado a su ex partido tres veces: por despido improcedente, por robo de los dos ordenadores que tenía en la sede central y, el miércoles, por maltrato laboral (el vaciado de sus pertenencias), considerado "un atentado a su intimidad como trabajador".

Pero las malas noticias judiciales para el partido gubernamental no se limitan a esta descompensación. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que instruye el caso Gürtel -la trama de los Correa, Bigotes y demás-, ha recibido el informe que pidió a la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera de la Policía para ver si había relación entre la Gürtel y la contabilidad secreta que manejaba Bárcenas (los famosos papeles con su nombre).

El informe, elaborado contrastando la documentación que consta en el sumario del caso Gürtel y las fotocopias de los papeles de Bárcenas difundidas por El País, concluye que "existe una vinculación temporal, cuantitativa y subjetiva que permite inferir una correlación entre ambas anotaciones". La correspondencia detectada se refiere a datos y apuntes numéricos, coincidentes en las dos citadas instancias investigadas, sobre ingresos y gastos de campañas electorales del PP gallego y donaciones de un constructor.

Son tres indicios o coincidencias. No constituyen dogma de fe ni van a misa, claro, pero sí han ido, como digo, al magistrado Pablo Ruz, que ha decidido asumir la investigación de los papeles de Bárcenas y avisado a la Fiscalía Anticorrupción para que paralice sus propias pesquisas. A nivel indiciario y de sospecha, pues, la Audiencia Nacional estima verosímil un relato en el que los comisionistas de Gürtel, las andanzas del ex tesorero nacional del PP y las finanzas de este partido, con sus presuntamente irregulares ingresos y sobresueldos, aparecen estrechamente interrelacionados.

Es un cóctel explosivo cuya espoleta está en manos de alguien tan poco recomendable como Luis Bárcenas. El PP ha entrado en zona de máximo peligro. Veremos si es capaz de sortearlo y salir indemne.