Qué más da, Triana es Triana, el mundo es el mundo y las cosas son como son, o sea... No hace falta que estemos en cuaresma para que Triana, esa sucursal del Paraíso en la Tierra, diga que el Señor va a Santa Ana haciendo estación penitencial en un viacrucis de tremendo calor fervoroso. Era lunes de febrero y Pureza, Fabié, Rodrigo de Triana, Pelay Correa y la Plazuela eran hervideros de trianeros deseosos de estar con su Cristo camino de la Catedral trianera. Era lunes penúltimo de febrero y para el Miércoles de Ceniza aún queda una semana, pero qué más da, qué mejor que llevar a Santa Ana al Señor como Él manda, en solemne viacrucis que Triana acompañó a su estilo aunque aún quede tiempo para la Cuaresma. La norma la marca Triana, quien manda manda y cartuchos al cañón. Era penúltimo lunes de febrero y parecía cuaresma porque así lo quería Triana.