Visto y oído

Antonio / Sempere

Patetismo

JOSÉ Luis; hoy por ti mañana por mí, que nunca se sabe". Lo dijo Santiago Segura refiriéndose al presidente del gobierno al iniciar el especial Dansin Chiki Chiki, que se había desplazado un día para dejar hueco a la comparecencia de Rodríguez Zapatero en 59 segundos. El programa presentado por Ana Pastor el lunes fue visto por el doble de espectadores que el especial del Chiki Chiki del martes. Lo que algunos pueden interpretar como un rasgo de madurez por parte de la audiencia. Permitan que discrepe.

A Zapatero, como a Aguirre la semana anterior, les siguieron por morbo para alimentar los temas de conversación del día siguiente. Que si el aceite de girasol, que si la crisis económica, que si quítame tú pa ponerme yo. Pruebas. El mismo martes en que se estrellaban Chiki Chiki Superstar y el Dansin Chiki Chiki, arrasaba el Está pasando que explicaba con todo lujo de detalles la detención de Andrés Pajares. Hace tiempo que este culebrón ha traspasado las barreras de lo patético. Y ahí sigue y seguirá.

Más inocente me parece, y por eso lo defiendo, el personaje de Rodolfo, cuyo especial regaló uno de esos momentos en los que la televisión se reinventa a sí misma, creando un mundo paralelo que ni es ficción ni realidad sino todo lo contrario. Sucedió cuando Rodolfo Chikilicuatre mantuvo su primer cara a cara con su enemigo público número uno, José Luis Uribarri. La heterodoxia contra la ortodoxia. La cumbre me remitió a otra que tal vez no veamos nunca, aquella que uniría en tono de sátira a nuestra princesa doña Letizia con Jaime Peñafiel. Con sus propios códigos, ateniéndose a las normas de un género muy próximo al cómic, José Luis y Rodolfo protagonizaron lo que se dice un momentazo. Un tanto incomprendido por el gran público, rendido al patetismo de un Andrés Pajares en horas bajísimas.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios