La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Peatonalización y actos fallidos

Dicen que quieren evitar un centro deshabitado, inhabitable y desnaturalizado quienes por acción u omisión lo consienten

Posible peatonalización desde la Encarnación al Duque. Lo que sería una buena noticia en una ciudad bien gestionada no lo es en Sevilla. Porque, salvo los casos de Cuna y Tetuán, ya sabemos lo que sucede. Así que pasa el último coche se sustituyen los pavimentos (en Laraña sobrevive uno de los pocos adoquinados decentes del centro) por otros horrorosos además de frágiles y churretosos, se quitan las aceras, se sustituyen los árboles por macetones o árboles atrofiados que no dan sombra (Avenida), se multiplican los veladores, se dificulta el acceso en transporte público (¿hay que recordar que esta ciudad carece de metro digno de tal nombre?), se ordena mal el tránsito de peatones (en el desierto de la Avenida siguen transitando por donde estaban las aceras para dejar libre la mayor parte de la superficie al carril bici y el Metrocentro) y se estrecha el asedio a los residentes.

Desde el Ayuntamiento se ha dicho: "Creemos que antes de tomar medidas concretas sobre arterias principales del casco antiguo, tenemos que abrir un gran debate de ciudad para determinar qué queremos que sea el casco antiguo dentro de 15 años. Necesitamos tener esa previsión para no encontrarnos con un centro deshabitado, desnaturalizado, inhabitable y con dificultades para que los sevillanos puedan vivir en él". Inadvertidamente, en un acto fallido, han definido lo que ha sucedido y está sucediendo desde la Encarnación, el Salvador y la Plaza Nueva a la Puerta de Jerez y desde la Avenida a la Puerta de la Carne.

¿Deshabitado? ¿Desnaturalizado? ¿Inhabitable? Pásense por Francos, Cuesta del Bacalao, Placentines, Alemanes, Mateos Gago, Santa María la Blanca y el barrio de Santa Cruz o la Encarnación. Verán una muestra de lo que se está haciendo o permitiendo hacer en el casco antiguo y de lo que padecen sus cada vez menos vecinos. Busquen vida, comercios de proximidad, accesibilidad o calles sin pestes, ruidos o apreturas y díganme si las encuentran.

A partir de esta muestra sabemos lo que de seguir actuándose así será el casco antiguo dentro de quince años o antes: hoteles, apartamentos turísticos, bares, restaurantes, veladores, franquicias, ruidos, peste a fritanga, iglesias disecadas, tablaos (¿recuerdan el Patio Andaluz del Duque, junto al escaparate de los pollitos?) ennoblecidos como museos del flamenco, tiendas de alquiler de segways que adiestran a sus usuarios en plena calle… Y esto es información, no opinión.

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