La ciudad y los días

carlos / colón

Pedro Peña

CUANDO Wim Wenders rodó la emocionante Tokyo-Ga, buscando en el Japón actual las huellas del gran cineasta Ozu, entrevistó al ya anciano Chishu Ryu, el actor favorito del genial director. En una escena el intérprete de algunas de las mejores películas de la historia del cine está esperando el metro y se le acercan unas señoras para pedirle un autógrafo. Cuando regresa junto a Wenders le aclara que no debe esta popularidad a las películas de Ozu, que en Japón han sido olvidadas por el gran público, sino a un reciente culebrón televisivo. Así son las cosas.

Por eso no ha de extrañar que si, en vez de trabajar para un genio del cine se ha hecho en la modesta y desprestigiada revista, cuando muere un actor con una carrera de más de seis décadas sólo se le recuerde por un papel televisivo secundario. Es el caso de Pedro Peña. "Ha muerto el padre de Emilio Aragón en Médico de familia", se escribe. No. Ha muerto un gran actor de comedia y revista.

Pedro Peña se subió por primera vez a un escenario con 14 años, en 1939. Y durante más de 60 no se bajaría de él. Hizo su popularidad en el Apolo de Barcelona, en la Latina de Madrid y en las giras de las revistas. Porque era de la escudería de Colsada, compañero de Luis Cuenca y cómico en los espectáculos de Gracia Imperio, Lill Larson, Dorita Imperio, Katia Loritz, Rosita Tomás, Finita Ruffete, Ingrid Garbo, Addy Ventura y Tania Doris. Nombres que suenan a cartelones en el San Fernando o a fotos dedicadas en ambigú del Álvarez Quintero. Sus éxitos tuvieron los títulos de aquellas revistas que llevaban por España canciones, chistes picantes, muslos y algo de alegría para sofocón de los censores: Sirenas de Apolo, ¡Castígame!, Las noches de Herodes, ¡Moisés cómo te ves!, Valeriano tiene eso…, Venus de fuego o Yo soy la tentación. En los 80, junto a Lina Morgan en La Latina, interpretó los inmensos éxitos Vaya par de gemelas y Sí al amor. En 1997 se dio el merecido lujo de compartir escenario con López Vázquez en Un par de chiflados, de Neil Simon.

A finales de los 70 empezó a trabajar en programas y series de televisión. Que usted lo mate bien, Teatro breve, Farmacia de guardia, Los ladrones van a la oficina, Siete vidas y, sobre todo, Médico de familia y Un paso adelante le dieron una popularidad que coronó su carrera. Pero Pedro Peña ha sido mucho más que el padre del médico de familia.

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