LA discusión sobre la zapata a quien menos beneficia es al edil del distrito, Curro Pérez, que esta semana acompañó al alcalde al barrio para supervisar unas obras municipales. Pérez, relegado de puestos políticos de importancia en el gobierno local, no ha parado de tener problemas en el año largo que lleva de mandato: la zapata, el conflicto con los comerciantes de Triana, una Velá discreta. Todo lo contrario a su homónimo (de apellido) Beltrán Pérez, edil de Participación, que además de cosechar amigos gracias a las subvenciones (ay, las subvenciones, cuántas cosas se escriben en tu nombre), ha presentado su plan para reformar los centros cívicos.
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