Pin presidencial

Según el Estatuto, el escudo debería ser de la Presidencia, no del presidente. Y como mínimo requeriría un decreto

Juanma Moreno estrenó el domingo un sello presidencial en el atril desde el que habló tras la conferencia de presidentes. El diseño de su escudo personal ha sido considerado como inocuo y anecdótico por su equipo, sin embargo ha sorprendido a mucha gente. El consejero de Presidencia clamaba indignado en el Parlamento que los partidos de izquierdas se estaban oponiendo a un simple pin, adaptación del diseño de las medallas de Andalucía en los 80. Es posible que los equivocados seamos los sorprendidos y que la oposición exagere, pero el presidente comete un abuso evidente en este caso.

Hay que recordarle al Consejo de Gobierno que la Junta de Andalucía no es sólo el ejecutivo. El artículo 24 del Estatuto de 1982 decía que la Junta estaba integrada por el Parlamento, el Consejo de Gobierno y el presidente. El artículo cambió en el Estatuto de 2007: se convirtió en el 99, que dice que la Junta está integrada por el Parlamento, la Presidencia y el Consejo de Gobierno. O sea, que la Junta tiene como primera institución al Parlamento, lo que nos lleva a inferir que todo cambio en sus emblemas o en sus sellos, como el del logotipo de febrero, debería ser comunicado, debatido y aprobado en sede parlamentaria, por simple respeto institucional. Y además, el Estatuto ha cambiado la figura institucional, de presidente a Presidencia. Eso no es anecdótico. Cabría en todo caso hacer un escudo de la Presidencia y no del presidente. Dice Bendodo que se discute por un sello, un pin; pero no, lo que se discute es un escudo sin refrendo legal, ni siquiera un decreto similar al de los años 80 esgrimido por el consejero. Estamos ante una falta de respeto al Parlamento y a los procedimientos. Hasta el cambio de logotipo mereció un decreto. Ahora, también es exigible.

Como pudo verse en la sesión de control del miércoles, al consejero Bendodo le complacen estos intercambios de golpes con la oposición. Él es autor de la teoría de que la entrada del PP en San Telmo fue como la llegada de los marines norteamericanos a los palacios de Sadam Hussein. PSOE y PP se lanzaron acusaciones de manipulación en Canal Sur en los mandatos de unos y otros. Tras un duro debate hay que darle la razón a ambas partes. La RTVA sigue siendo objetivo militar. No ha mejorado con el gobierno del cambio; el sorayismo madrileño ha enviado un paracaidista para conectar la nueva cadena de mando con el Palacio. Y al presidente le hacen entrevistas amables, llenas de sonrisitas, tuteos y complicidades. Pocas cosas han cambiado, sigue el mismo guion con nuevos actores. Tampoco eso es inocuo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios