¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

El 'Pipa' y el carril bici

El carril bici necesita una mejor regulación y una ampliación de las obras para su mantenimiento

Una de las cosas más feas que hemos visto hacer en el periodismo local sevillano fue la operación de acoso y derribo contra Antonio Rodrigo Torrijos, alias el Pipa en algunos corrillos. Sobre todo nos referimos a la famosa foto en la que el político y sindicalista comunista posaba ante algunos mariscos de tamaño ordinario mientras alzaba al respetable una copa de cerveza helada; todo un homenaje pantagruélico que cualquier españolito de a pie podía -y puede- permitirse alguna vez en la vida en Romerijo, pero que se presentó con evidente mala fe como la prueba del cinismo de una izquierda que predica unas cosas y practica otras. Cierto que Torrijos era un político un tanto soberbio y marisabidillo, al que le gustaba presumir de esa superioridad moral de la siniestra que sólo existe en las mentes más crédulas, pero se lo hicieron pagar demasiado caro. Aparte está lo de su calvario judicial con casos como la irregularidad en la venta de suelos de Mercasevilla o los tejemanejes de la Fundación DeSevilla, de los que ha salido indemne, aunque vitalmente muy tocado. A veces, el periodismo es un oficio moralmente indefendible.

Pero no todo ha sido tragedia en la vida política de Torrijos. El ex primer teniente de alcalde también se ha visto beneficiado por la leyenda de que fue él el impulsor del carril bici de Sevilla, un proyecto que nació de las mentes de históricos del ecologismo sevillano, como Ricardo Marqués, y que tuvo en Paula Garvín y José Antonio García Cebrián a sus ejecutores más destacados, como bien nos recuerda la compañera Ana Sánchez Ameneiro, quien desde sus artículos de La catenaria nos ayuda a orientarnos en ese complicado laberinto que son las infraestructuras en Sevilla.

Desde aquellos años de IU prácticamente ningún edil se había vuelto a tomar en serio una infraestructura que tiene evidentes defectos de diseño y está deteriorada por el uso y el paso del tiempo. Está muy bien que, ahora, el Ayuntamiento socialista amplíe el carril bici para conectarlo con el Aljarafe, pero paralelamente habría que realizar un doble trabajo en sus tramos históricos. El primero, de carácter regulatorio, para poner orden en una pista que se ha llenado de patinetes eléctricos, segways, hoverboards y todo tipo de cachivaches propios de Pierre Nodoyuna y su loca carrera alrededor del mundo. No es cuestión de prohibir nada, sino de ver lo que puede circular por esta vía de naturaleza lenta y lo que hay que expulsar al infierno del asfalto. Algunos de estos cacharros corren más que los vespinos de nuestra primera juventud. El segundo, para remozar a mayor ritmo una infraestructura envejecida en muchos tramos por la desidia municipal, especialmente en la época de Zoido, quien fue incapaz de valorar lo mejor del legado de IU, probablemente porque las cofradías no pasan por allí.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios