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Visto y Oído

francisco / andrés / gallardo

Prestigios

UNA cadena que no tiene obligaciones comerciales (¿o tal vez sí vuelve a tener esas obligaciones?) puede permitirse decisiones de lujo en la programación y tener gestos de prestigio que no pasen necesariamente por guarismos en el audímetro. Y en una TVE sin publicidad (pero con millones de patrocinios), y con canales condenados a lo minoritario, La 1 podría ser entretenida y cercana, plural y cascabelera también, sin renunciar a su horizonte y a sus señas de identidad con casi 60 años a cuestas. Si pensábamos que era imposible superar fases recientes tan tremebundas en RTVE como la de Carmen Caffarel o la del abuelo Alberto Oliart, el sustituto designado por el dedo del PP (Oliart, al menos, fue condenado por consenso), Leopoldo González-Echenique, está alcanzando niveles inauditos de delirio. Incluso de desfachatez. Y ahí están dos nombres fundamentales para engordar esa decrepitud. El director de Informativos de TVE, Julio Somoano, brazo ejecutor de los deseos de la línea dura del PP; e Ignacio Corrales, director de la parrilla, surgido del Grupo Secuoya, la productora arrimada a los populares que entre otras cosas avala ese dechado de esencias llamado Entre todos de Toñi Moreno & Pablo Carrasco.

En TVE no deberían de haber tenido nunca la obsesión por hacerse con los desempleados y pensionistas españoles (y en concreto andaluces) para engordar sus cuotas de audiencia. Tendrían que estar jugando otra liga frente a Antena 3 y Telecinco, con autoridad y con credibilidad, porque disponen de presupuesto y talento (y convenio colectivo) para hacer otra parrilla y tener otra estrategia.

La última gran idea acordada entre Somoano y Corrales ha sido la de llevar Informe Semanal a la medianoche del sábado. Tras 40 años, premios y recordados trabajos, el programa que concentraba el lustre pretérito de TVE acaba en el trastero de la parrilla. A la vista de pocos. Por si por presunto prestigio y obligación han de tratar algún tema incómodo y hasta dar voces a todos. Qué cutres.

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