TVE homenajea a Miguel Gila con motivo del 15 aniversario de su fallecimiento. La cosa no tendría nada de particular si no fuese porque, sin proponérselo, también lo hizo coincidiendo con el 14, con el 13 y con el 12. Sí, la serie Cómo nos reímos no ha dejado de reemitirse desde el momento de su alumbramiento. Lo mismo durante las navidades que en época estival. También en entretiempo. Sirviendo para llenar lo mismo un roto que un descosido. Comprendo que sus reposiciones alcanzan una buena cuota de pantalla a coste cero. Superior a la de la programación convencional de La 2. De hecho, sirva como anécdota que cuando desde la dirección de TVE se dio orden, de un día para otro, de que La 2 noticias no se emitiera antes de la una de la madrugada para no coincidir con La noche en 24 Horas, el programa que mejor funcionó de los que se eligieron para llenar el hueco entre la medianoche y la una de la madrugada fue Cómo nos reímos. Entrega de Miguel Gila incluida.

Lo digo sin acritud. Lo digo con cariño. Pero tengo que decirlo. Parece que a TVE se le ha olvidado un pequeño detalle de sus principios fundacionales. Sobre todo cuando nos referimos a su segundo canal. Una de las obligaciones y de los objetivos primordiales de la televisión pública debería ser producir. Pro-du-cir. Justo lo contrario de lo que se está haciendo cuando echa mano de un programa de retales a la manera de Cómo nos reímos, mera concatenación de imágenes de copia y pega. Entregas que ya huelen a rancio a base de tantas repeticiones.

Sinceramente, cuando veo cómo una semana sí y otra también los de #0 convocan ruedas de prensa para estrenar programas (ahora mismo lanzan uno con Juan Luis Arsuaga), cuando Fernando Jerez en El Escorial nos anunciaba lo que nos espera en octubre (nuevas ficciones incluidas) se me hacía la boca agua. La 2 debería parecerse a #0. Pero las comparaciones son odiosas.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios