Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Propósito de enmienda

Si persiste el bloqueo político será el propio sistema democrático el que se verá gravemente comprometido

Independientemente del resultado que arrojen esta noche las urnas, independientemente también del porcentaje de votantes que finalmente se acerquen hoy a su colegio electoral, sería necesario, imprescindible más bien, que a partir de mañana por la mañana los responsables de que la política española haya entrado en esta especie de callejón sin salida desde hace ya más de cuatro años hagan examen de conciencia y sobre todo propósito de enmienda, como se decía en el Catecismo de la Iglesia Católica que, supongo, seguirá vigente. Lo tienen que hacer porque el cansancio de la gente es ya de proporciones mayúsculas y quien no vive directamente de eso empieza a ver a los políticos como una rémora que hay que arrastrar, que crea todo tipo de dificultades y que no es capaz de resolver ninguno de los problemas que tiene bajo su responsabilidad, ni tan siquiera el más primario de todos ellos: dotar a España de un Gobierno que se ponga a funcionar.

En este profundo agotamiento está el auge que ha cogido en esta campaña electoral la que ahora es la fuerza antisistema por excelencia: Vox. Que un partido que se nutre de populismo barato y de una difusa ideología que lo emparenta con las extremas derechas europeas haya condicionado la agenda de los demás, sobre todo a partir del debate televisado del pasado lunes, es sintomático de los momentos que vivimos. Pero quizás lo peor sea que ese cansancio se ve ya todos los días en la calle. En el bar donde desayuno muchos días han apagado la tele porque la gente se quejaba cuando se entrevistaba a políticos en los informativos de la mañana. Un prestigioso abogado de Sevilla me confesaba no hace mucho que aprovecha las plataformas digitales para ponerse con unos minutos de retraso el telediario y saltarse la información de los partidos. Y así se podría seguir poniendo ejemplos como para llenar este artículo y varios más.

Si a partir de mañana seguimos dándole vueltas a lo mismo de los últimos meses y persiste el bloqueo político, habrá que pensar que los nuevos líderes de los partidos son incapaces de cumplir con su misión y que, por lo tanto, es el propio sistema democrático el que está comprometido. Se demostrará que son incapaces de mirar más allá de los intereses particulares y los de sus siglas, y que ponen éstos por delante de los del país. Y si no sirven habrá que ir pensando en cambiarlos. Lo malo es que lo mismo la alternativa es todavía peor. Como dijo Felipe González, hemos logrado en España tener una política a la italiana, pero con el problema añadido de que nuestros políticos no son italianos.

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