Público para la Supercopa

Uno de los motivos por los que están aumentando los negacionistas del coronavirus es por las incoherencias

Entre las pocas alegrías de agosto está el triunfo del Sevilla en la final de la Europa League, tras ganar al Inter de Milán en la final. Algunos replicarán que fue una alegría sólo para los sevillistas, ni siquiera media Sevilla, pues según las estadísticas que circulan los béticos son mayoría en esta ciudad (aunque no se nota en los resultados). Pero más allá de la rivalidad, es una alegría para Sevilla, ciudad donde tiene su sede y su arraigo el club. Otrora se afirmó que los triunfos europeos del Sevilla, desde que dio aquel salto de calidad, abrían puertas para el turismo. Hoy recordar al turista suena a humor negro, en vez de blanco.

La sexta copa de la Europa League que ha conquistado el equipo presidido por José Castro y entrenado por Julen Lopetegui y fabricado por Monchi (el rey Baltasar del coronavirus) le permite disputar la final de la Supercopa de Europa frente al Bayern de Múnich. Esa gran final se jugará el día 24 de en el estadio Puskas Arena, de Budapest. Sorprendió mucho que la UEFA anunciara la asistencia de público, con limitaciones, y que dijeran que sería "una prueba piloto" para que el público vuelva. Ahora se da por seguro que van a recular.

Uno de los motivos por los que están aumentando los negacionistas del coronavirus es por incoherencias como ésta. Siguen tratando a la gente como a tontos. Según dijo la UEFA, a la final de la Supercopa podrían asistir unas 11.000 personas, lo que permitiría a unos 5.000 sevillistas viajar a la capital de Hungría. Primero se llegó a hablar de 20.000 personas, pero después lo rebajaron a un tercio del aforo.

Unas 5.000 personas había en la plaza de toros de El Puerto de Santa María cuando torearon Ponce, Morante y Aguado (la gran corrida del verano) y se formó la marimorena. Los capillitas más devotos no entienden que puedan ir 5.000 espectadores a una plaza de toros mientras prohíben hasta los rosarios de la aurora para evitar las concentraciones de público. Cuando un rosario de la aurora se celebra en familia y no se debe confundir con una aurora boreal. Pero aún se ha entendido menos que la UEFA fomente el viaje de 11.000 hinchas de dos países a Hungría. Allí se los han visto venir y han aprobado cuarentenas para todos los que lleguen desde España, como ocurre en casi toda Europa.

Está acreditado que los partidos Atalanta-Valencia y Liverpool-Atlético de Madrid (ambos de la Champions League) contribuyeron a la expansión de la pandemia por Italia, España y el Reino Unido. ¿Por qué el fútbol va a ser diferente? Quizá porque hay mucho dinero por medio. O porque la salud ya no es lo primero.

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