Al Puente de Hierro, abandonado desde hace años en un solar del Puerto, le pasa lo que decía Felipe González de los ex presidentes del gobierno: son como jarrones chinos que nadie tira porque se supone que son valiosos aunque nadie sabe muy bien qué hacer con ellos. El puente, que permitía salvar la dársena por la zona sur, es un símbolo de la Sevilla anterior a la Exposición Universal y un recuerdo que está todavía en la mente de más de una generación de sevillanos. Lo que se haga con él poco importa, pero sería una pena perder una referencia de una ciudad que ya no existe.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios