LOS jerifaltes de La Sexta han decidido que el informativo de la tarde se emita a su hora. El asunto no es baladí. Durante muchos meses, me atrevería a decir que años, Más vale tarde se ha alargado hasta quince minutos más de lo reglamentariamente establecido, contradiciendo lo que dictaban las parrillas que suministraba la propia cadena con el horario real en que salía en antena el informativo vespertino. Y digo yo que esto de las noticias debería tomarse un poco más en serio. Los directivos de las cadenas televisivas se llenan la boca diciendo que sus informativos son la columna vertebral en torno a la cual pivotan sus programaciones de tarde y de noche. Cúmplase en la práctica. No se queden sólo en la pose.

Que ya tenemos bastante con el juego que se nos traen con el dichoso prime time, evitando a toda costa adelantarlo, y tonto el último. Cuando La 1 de TVE intentó dar marcha atrás en esta deriva, implantando un poco de cordura y emitiendo sus programas a partir de las diez de la noche, ni un minuto más tarde, se quedó tan sola (el público no secundó la iniciativa) que tuvo que rectificar y sumarse a la mayoría. Por mucho que nuestro prime time sea el más descacharrante de Europa.

Que los informativos no empiecen a su hora, que las tertulias que los preceden se alarguen artificialmente por motivos estratégicos e intereses editoriales, suena a broma. Siguiendo con La Sexta, es cierto que los contenidos que se abordan en Al rojo vivo y en Más vale tarde durante el cuarto de hora que han venido usurpando a las noticias, coinciden exactamente con el sumario que veremos en los minutos sucesivos, siguen la actualidad, más o menos. Pero eso no les exime de mala praxis. Esperemos que no sea una moda pasajera y que La Sexta apuntale sus noticias de las 20 horas. Y que Cuatro, por su bien, la imite pronto.

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