EL director general de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) anunció ayer en el Parlamento la supresión de Canal Sur 2 como cadena autónoma. A partir de octubre Canal Sur pasará a emitir la misma señal de Canal Sur 2, aunque doblada al lenguaje de los signos y la audiodescripción de las películas de la parrilla del primer canal. Pablo Carrasco defendió la medida como una fórmula para optimizar los recursos en tiempos de crisis mediante la cual se reducirán los gastos en unos veinte millones de euros al final de 2013, a la vez que se atenderá la demanda de los colectivos de discapacitados sensoriales a quienes se dedicará lo que actualmente es Canal Sur 2. Al mismo tiempo, el director general aseguró que la supresión "no debe tener impacto en la plantilla de la RTVA", aunque parece lógico que los programas que no tengan cabida en la parrilla de la primera cadena desaparezcan, con la consiguiente repercusión en los trabajadores que los realizan hasta ahora. La modificación anunciada, aunque va en la buena dirección, se antoja claramente insuficiente para solventar los problemas de financiación de RTVA. Canal Sur, que ha presupuestado para este ejercicio unos ingresos publicitarios de 40 millones de euros que ni de lejos van a cumplirse, ha recibido en 2012 una aportación de la Junta de Andalucía de 122 millones de euros. Son 33 millones menos que el año anterior, pero aun así sigue contando con una fuente financiera pública a todas luces excesivas, gracias a la cual mantiene una plantilla de 1.600 empleados -casi igual a la de la RTV valenciana, que ha sido reducida a 500- y una programación poco seguida por los andaluces, que sólo en parte satisface la función de servicio público que la ley le encomienda y que responde a las necesidades del poder político. El recorte de gastos realizado en los últimos años no ha cubierto ni de lejos el mínimo exigible a una comunidad autónoma necesitada de rescate por parte del Estado. Tampoco la supresión de Canal Sur 2 significa más que un retoque que no llega al fondo del problema.