ESTUVO a punto de convertirse en supermercado, uno más, pero el buen sentido lo evitó y hoy reaparece en su rol de siempre. La Real Venta de Antequera, que fue Pabellón de Jerez en la Exposición del 29 y durante muchos años lugar de eventos y escaparate de los toros de la Feria, reabre hoy sus puertas con un tentadero de lujo. Recuerdo cómo íbamos a ver los toros que iban a lidiarse en la Feria y cómo el número de más tirón era el desencajonamiento de la corrida de Miura, impresionante y con el manto de la noche dándole a aquello un plus de sobrecogimiento. La venta, que es real por decisión de Alfonso XIII, ha estado al borde de la piqueta en innumerables ocasiones y la última vez se escapó gracias al vecindario de Bellavista, que se opuso en redondo a que esta joya rompiese en otro supermercado. Ojalá, la venta recupere el sitio que nunca debió perder.