Besamanos en varios puntos de la ciudad, desde la ronda histórica al arrabal y guarda. Desde la Trinidad a la calle Castilla, desde San Roque al Juncal y de San Martín al Plantinar. La Esperanza reina en Sevilla, son varias las imágenes con dicha advocación y contribuye a uno de los vértices de la dualidad sevillana. Colas inmensas desde el viernes en la Macarena y en Triana, Bécquer colapsada y Pureza como meta ilusionante para una larguísima fila que llegaba al Altozano. Es el día de la expectación del parto de María, punto de partida hacia la esperanza y que tiene su traducción sevillana en esa culminación que es el momento en que tienes a la Esperanza más cerca. La Gioconda a lo divino y la morena de calle Pureza como puntos magnéticos en los que todos quedamos sometidos. Y es que ¿qué sería de la vida sin el señuelo de la esperanza?
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