REGENERAR al Betis es la cuestión, sobre todo para que no se llegue a esa fecha de caducidad que amenaza sobre la vertical del todavía Real Betis Balompié. La Fundación Heliópolis amanece con esa misión, la de que el club recobre sus esencias, unas esencias que siempre estuvieron al margen de la mera coyunturalidad deportiva. Antier noche se presentaba en sociedad susodicha fundación y en ella aparecían béticos de toda laya en un abanico variopinto de castas, todas dentro de la más indiscutible fidelidad al club y sin mezcla alguna de contaminación con la actualidad que sórdidamente maneja los designios verdiblancos.

Sé que mediáticamente dejó muchas lagunas la reunión del miércoles en Antares, ya que no dio de sí un titular de esos que iba persiguiendo la grey periodística. Soñaba el periodismo con una cifra que ofertarle a Lopera y se encontraron con un ideario de buenas intenciones que les pareció insuficiente. Comprendo perfectamente a mis compañeros por haberse sentido frustrados ante lo que les parecía poca cosa para tanto tiempo de espera en el exclusivo club de Tabladilla, pero así son las cosas y lo último que puede hacer este grupo en su intento de regenerar a su querido Betis es entrar en un tira y afloja de cifras con Lopera para disfrute del personaje.

Regenerar es un concepto que, desgraciadamente, vende poco, pero es tan hermoso que un grupo de béticos con posibles den este paso... No puede seguir el Betis en esta dirección y me consta que el propio Lopera lo sabe, pero como lo de rectificar es de sabios y la obcecación de los que son todo lo contrario, pues he ahí que es esto último lo que prima en la situación de secuestro que padece el centenario y machacado club sevillano. Comprendo que el periodismo se sintiera defraudado con lo recibido, pero también queda clarísimo que dicha reunión fue un paso gigantesco en pro de la regeneración de algo que fue pujante y que hoy languidece, el Real Betis Balompié.