Religiosidad en las calles

En la plaza de San Francisco empieza un evento singular, que no se celebra en ninguna ciudad, tan sólo en Sevilla

Aveces creemos que la religiosidad popular consiste sólo en salir con procesiones a las calles. Algunos incluso cuestionan la religiosidad de la Semana Santa. Sin embargo, las hermandades y cofradías forman parte del movimiento laico de la Iglesia de Sevilla. Y son parte importante, aunque tampoco exclusiva. Hoy, precisamente, el arzobispo, Juan José Asenjo, inaugurará el Encuentro Diocesano de Laicos que han montado en la plaza de San Francisco hasta el domingo. Un evento singular, que no se celebra en ninguna ciudad, tan sólo en Sevilla. Intenta dar luz a esa diversidad que existe dentro de la Iglesia hispalense. Por cierto, que también incluye bandas de cornetas y tambores y agrupaciones musicales, entre otras actuaciones y testimonios. Incluso traslados y procesiones.

Pero ese no es el objetivo, sino una consecuencia. Se trata de poner de manifiesto la llamada a la santidad del siglo XXI que expresaba el papa Francisco. Este Papa dijo, desde el principio, que había que salir a las periferias, que había que salir a las calles y plazas públicas, que servía de poco una religiosidad encerrada y resignada a la decadencia. Pero también pedía que sea un compromiso auténtico. Por eso, este Papa, aunque algunos no lo quieran entender, sintoniza con el espíritu abierto que sostiene la religiosidad en Sevilla, que siempre ha sido de llenar las calles de santos. Así se han convertido muchos incrédulos.

Más de 100 entidades y 400 voluntarios participan en este evento, que ha coordinado Enrique Belloso desde la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar. En los stands y en los actos están presentes entidades diversas como Acción Católica, Cáritas, Manos Unidas, Neocatecumenales, Focolares, Hermandades del Trabajo, movimientos familiares y educativos, órdenes seglares, fundaciones universitarias del CEU y Loyola, Belenistas y un largo etcétera de grupos, entre los que también participan hermandades como la Macarena, Pasión, Hiniesta o Los Negritos.

Hasta hay quien piensa que es una cosa rara, pero del gusto de Sevilla, y coherente con sus fines. Incluye un vía crucis hoy con el Cristo de la Vera Cruz de la parroquia de San Juan Pablo II; mañana un rosario con la Virgen de la Salud del Palacio Arzobispal, que será trasladada; y el domingo una adoración eucarística con un cortejo que saldrá de San Onofre, en colaboración con la Sacramental del Sagrario.

Con razón se dice que Sevilla es una ciudad abierta. Aquello que no sale a la calle parece que no existe. Así la plaza de San Francisco pasa a ser un punto de encuentro religioso, como una primavera en otoño.

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