SON malos tiempos para la lírica, para todo en general, incluso para los helicópteros. La historia ha sido curiosa. Primero la Gerencia de Urbanismo anuncia la licitación de unas obras por importe de 181.389 euros más IVA, para instalar un helicóptero en Los Bermejales, concretamente en la rotonda que une la avenida de Jerez con la avenida de Italia. Después el portavoz adjunto del Grupo Municipal Socialista, Antonio Muñoz, denuncia que esto es un despilfarro, que donde vamos a parar y que vaya barbaridad. Por último, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, zanja el asunto, dice que el Ayuntamiento tiene otras prioridades en los gastos y que todo esto ha sido un malentendido, pues el proyecto iba a tener un patrocinador, que finalmente se retiró. Conclusión: réquiem por el helicóptero.

El helicóptero es un modelo HA-5, donado por la base militar de El Copero. El aparato se iba a instalar en dos soportes a casi seis metros de altura, maravillosamente iluminado, para que se viera desde toda la avenida de Jerez, incluso de noche. El efecto hubiera sido de lo más llamativo y espectacular, pues se pretendía dar una sensación de que el helicóptero estaba en el aire, como volando bajito. Los posibles efectos causados a conductores en estado de alcoholemia positiva no habían sido evaluados de momento, pero es posible que hubieran tenido noches de gloria. Sin embargo, se han arrepentido. En estos tiempos austeros, todo se mira con lupa.

En el fondo, es un caso de demagogia pura y dura. Recuerda al eterno tópico de las flores de los pasos en Semana Santa. Esos gastos suntuosos, en vez de dar el dinero a los pobres como limosna... Con el dinero del helicóptero, con esos 181.389 euritos, se podrán hacer algunas obritas en los barrios. No tantas, pues instalar unas farolas menos tristes que las de ahora va a costar como seis helicópteros.

Zoido ha reconocido que ya no lo pondrán, excepto que algún patrocinador lo pague. Y ha insinuado que no sólo dispone de este HA-5, sino que además contaban con un avión de Airbus, y algún vehículo o caja de cambio de Renault. También podían poner una lata gigante de Coca-Cola, sugiero. Y que lo paguen ellos.

Son tiempos en que se miran mucho las cuentas públicas. Pero el PSOE podría haber protestado antes, cuando las Setas de Monteseirín. ¡Ay, si Alfredo se hubiera buscado un patrocinador de verdad! Le hubiera quedado un pastón para los barrios...