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Residencias de ancianos

A partir de la proliferación de casos de coronavirus han vuelto a ser 'ancianos', como se decía en otros tiempos

Una de las características de la pandemia del coronavirus en España es su alta incidencia en las residencias de ancianos. Es curioso que hayan cambiado la denominación después del desastre. Hasta ahora se denominaban residencias de mayores, o residencias geriátricas. Pero, a partir de la proliferación de casos, han vuelto a ser ancianos, como se decía en otros tiempos. La ancianidad parece que expresa mejor una cercanía a la muerte, que la hace más llevadera. Al principio indicaron que el coronavirus sólo mataba a personas mayores, o con patologías previas. Parecía un matiz subliminal para restarle gravedad.

Los ancianos han vuelto. Recuerdo que a un periodista sevillano, en otro diario, lo llamó una señora muy enfadada, a finales del siglo pasado, porque había publicado una noticia con este titular: "Herida en un robo una anciana de 63 años". Le habían robado el bolso por el procedimiento del tirón en el barrio de Santa Cruz y la arrastraron. Pero más le fastidió que la llamaran anciana a sus 63 años bien cumplidos. Yo conocía a la señora y parecía que tenía 15 años menos. Hay ancianos y ancianas que se conservan estupendamente, y entre sus expectativas para 2020 no estaba morir por un coronavirus, después de vacunarse contra la gripe en el SAS.

Las noticias de la residencia de mayores (o de ancianos) de Monte Hermoso en Madrid han sido espeluznantes. Después han aparecido contagios masivos en otros centros geriátricos. Fernando Simón, cuya popularidad como experto ha caído en picado, culpó de la alta mortalidad en España (que es tres veces mayor que en Corea del Sur y dos veces mayor que en China) a la alta incidencia en los ancianos.

También podría ser porque no hacen detecciones precoces y hay más infectados de los que suponen. De ahí se ha pasado a imaginar que estos centros geriátricos son como campos de exterminio de Hitler, en los que pobrecitos viejecitos sufren a la espera de que les llegue el momento. No es eso, no es eso. Aunque hay que adoptar las máximas medidas de precaución. El daño de imagen que les van a causar a esas residencias se notará en los próximos años.

En otros países han muerto menos ancianos. ¿Y saben por qué? Porque en países como China la mayoría viven con familiares, entre otras cuestiones porque cobran pensiones muy bajas y no se pueden pagar las residencias. Aparte de que existe otro concepto de la familia patriarcal. Aquí las residencias han proliferado, por calidad de vida, por atenderlos mejor, pero no son hoteles para ancianos. En esta pandemia se está viendo.

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