RUBALCABA es el mejor animal político que ejerce en España. No he dicho mejor político ni el más posibilista, práctico o realista. He dicho el político que de una manera biológica reúne las mejores características para agradar al electorado. Otra cosa es que su tiempo haya pasado o que la rémora de una biografía de 30 años en altísimas responsabilidades (o el lastre de unas siglas machadas por la contradicción) le impidan levantar vuelo. Pero entomológicamente es el mejor. Le da mil vueltas al cada vez más taciturno Rajoy y le saca muchas cabezas a los paradójicos líderes de Izquierda Unida. Ayer, mientras enhebraba un discurso brillante, coherente con los principios socialdemócratas y repleto de propuestas (unas más concretas que otras) su principal rival en las próximas elecciones comparecía hombro con hombro con el cada vez más momificado Aznar para cantar el estribillo del adelanto electoral bajo el patrocinio de FAES, el laboratorio de la política reaccionaria española. En poco más de una hora Rubalcaba abocetó muchas más ideas que Rajoy en los ocho años que pena en la oposición. Sólo con que aclarara Rajoy cuál va a ser el futuro de la sanidad y la educación pública, si va a apoyar el copago y a primar la enseñanza privada, muchos nos daríamos por satisfechos. Sin duda hay batalla por delante.