TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Visto y Oído

Antonio / Sempere

Sacristán

ME gusta la gente hecha a sí misma. Quienes nacen siendo hijos de o hemanos lo tienen más difícil conmigo para ganar credibilidad. Salen de la parrilla de salida muy por delante. Y eso me pone en alerta. De ahí que don José Sacristán me caiga tan bien. De ahí que haya valorado tanto su talento y crecimiento personales. Yo llegué al mundo en los sesenta, en el momento en que él ingresaba en la profesión, cobrando 50 pesetas por función. Crecí viéndole en productos que me causaban sarpullidos. En programas dobles de cine de pueblo en donde me bebía, de adolescente, hasta ocho estrenos por semana.

Veinte años después, en mi otra vida, empecé a encontrarme a Sacristán en persona en Festivales de cine. Aquí de jurado, allá de homenajeado. Siempre con Amparo Pascual, una mujer con la que ni siquiera he tenido que hablar demasiado para entenderme porque con su mirada cómplice lo dice todo. Y en los teatros, cómo no. Desde Las guerras de nuestros antepasados de Delibes hasta Danza macabra de Strindberg.

El Canal TCM ha producido el documental Delantera de gallinero con motivo del homenaje que el Festival de Málaga ha tributado al actor. Un trabajo imprescindible que cuenta en la sombra con la sabiduría y el buen gusto de Juan Zavala, que lo entrevista. Un reportaje que es excepción y debería ser norma. En tres años de formato Imprescindibles, en La 2 de TVE, apenas ha habido 5 dedicados a figuras del cine, cuando debían formar una serie propia, independiente. Hay nómina suficiente para preparar muchas nuevas entregas. Delantera de gallinero prestigia el formato y enaltece a quien lo ve. Presentando a un genio de nuestro tiempo, hecho a sí mismo el pasado siglo.

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