Misericordina

Eduardo / Martín / Clemens

En Salida

EN Evangelii Gaudium, documento programático publicado a finales de 2013, el papa Francisco insiste, una y otra vez, en que la Iglesia tiene la obligación de salir a la calle al encuentro de todos para proponer, sin imponer, la buena noticia.

Así, nuestras hermandades, desde la más antigua hasta las de más reciente fundación, entendieron y entienden que no han nacido para vivir ancladas en sus respectivos templos donde reciben culto sino, además, para recorrer las calles de Sevilla capital y de los pueblos que integran la provincia saliendo al encuentro de todos para hacer comprender que la Iglesia no sólo está en los templos. Está donde quiera que estemos nosotros.

Aunque sea necesario y políticamente correcto que exista una perfecta organización de horario, carrera oficial, orden en el desfile, etcétera. Qué magnífica provocación cristiana sería que los Cautivos fueran allí donde no hay libertad, donde no hay posibilidad para que las personas se realicen como tal. Los Coronados de Espinas allí donde se encuentra el Cristo más sufriente y sangrante, en los hospitales donde tanto consuelo se necesita y donde, en no pocas ocasiones, se deja a los enfermos abandonados. Los Nazarenos allí donde las cruces del paro y el hambre tienen destrozadas familias y familias. Los Expirantes a los centros de cuidados paliativos donde el ser humano lucha entre la vida y la muerte. Los Yacentes bordeando la unión entre Atlántico y Mediterráneo donde tantos cadáveres, de los que ansiaban la libertad de vivir, alfombran el fondo del mar. Detrás, la Mater Lacrimosa acompañando a su Hijo en las periferias existenciales en busca de hermanos que no conocen a su hermandad, creyentes que ignoran la iglesia a la que teóricamente pertenecen.

Siguiendo las directrices de Evangelii Gaudium salgamos a la calle mostrando con naturalidad nuestra fe y el respeto a todos los demás.

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