DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Visto y Oído

francisco / andrés / gallardo

Samoano

EL día de la Supercopa de Cardiff los contertulios babeaban de halagos sobre un Madrid de ciclo invencible y cosas así. Pocos días después el castillo de caros naipes se vino abajo y, como si fuera el encargo de algún guionista cachondo, aquella fortaleza se trastocó en un cúmulo de fragilidades y desatinos. El Chiringuito de Jugones vive de la ciclotimia del Real Madrid, de sus directivos y de su afición. Todo lo demás parece complementario y figurante en el programa de Pedrerol, donde siempre se espera como agua de tomate al iracundo Tomás Roncero, el Risto Mejide del Fondo Sur. El fútbol deja así de ser deporte y hasta deja de ser negocio para convertirse en serial de personajes caprichosos y porfía de niños en el recreo.

El fútbol, siempre tan dado a la épica, se transforma en lírica ripiosa en estas tertulias nocturnas, suplantadoras del espíritu del Butanito. Y el fútbol adquiere su mayor grandeza cuando se convierte en drama lacónico. En Canal + acaban de estrenar un singular documental de la BBC, El peor equipo del mundo, radiografía a modo de docu-reality de la selección de Samoa Americana, a la que Australia marcó 31 goles en un partido de clasificación mundialista en 2001. Los voluntariosos jugadores polinesios, reflejo antagonista de todos los Ronaldos, protagonizan este documental en el que las cámaras fueron testigos de sus entrenamientos, sus charlas en el vestuario y hasta sus piadosos rezos para encontrar la primera victoria sobre el césped. La BBC indaga en las historias personales cuando la derrota llega a asumirse con fatalismo romántico. Un transexual, un chico criado como chica, Jaiyah, se convierte en la estrella de este equipo con ganas de tomarse revancha consigo mismo. Y sólo un rudo entrenador holandés se siente capaz de rectificar este rumbo a la derrota definitiva. El peor equipo del mundo es un relato tierno, recomentable no sólo para los futboleros, sobre el fútbol como esperanza y redención, al margen de todos los millones.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios