DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

La esquina

josé / aguilar

Poco Sánchez, mucha Susana

PEDRO Sánchez tendrá una participación mínima en la campaña electoral andaluza. Estará, junto a Susana Díaz, en dos mítines. El día 13, viernes, en Almería, una circunscripción difícil en la que el PP disfruta de una hegemonía notable. El día 20, viernes final de campaña, en Sevilla, provincia de tradicional dominio socialista. Es decir, en uno de los territorios más adversos y en uno de los territorios más amigos.

Mariano Rajoy, por el contrario, está dispuesto a hacerse presente ante los andaluces hasta en la sopa. Ya ha venido tres veces desde que se convocaron las elecciones autonómicas y vendrá cinco veces más en las dos semanas de la campaña oficial. El PP necesita afrontar su alarmante caída en las encuestas y levantar a su semidesconocido candidato, Juanma Moreno, otorgándole el marchamo de la mejoría económica nacional.

Son dos estrategias contrapuestas porque parten de bases que se contradicen. Cualquiera puede deducir que el PP sabe que Rajoy aporta a la candidatura de Moreno, y lo que suma es precisamente los resultados incipientemente positivos de su gestión de la economía. Y que el PSOE andaluz sabe que la marca Susana tiene potencia por sí misma, por encima del socialismo andaluz, y muy por encima del socialismo español en retroceso y del liderazgo de Sánchez en incertidumbre. Moreno necesita a Rajoy, pero Susana no necesita a Sánchez (al contrario: hoy por hoy cree que le puede perjudicar).

Más allá de las relaciones digamos peculiares que mantienen los dos referentes principales del PSOE, la postura de Susana Díaz parece razonable. Al fin y al cabo, son elecciones andaluzas, decididas por ella con el propósito originario de refrendar su liderazgo heredado sometiéndolo al veredicto superior de las urnas y en las que persigue también ver revalidada su apuesta por la renovación socialista y el abandono de los lastres del pasado. Su credibilidad está en juego, y las amenazas que se ciernen sobre la misma, a derecha e izquierda, tienen menor fuste y entidad que en ningún otro lugar de España.

Intenta lo contrario que su antecesor. Griñán convocó las elecciones cuando tocaba para beneficiarse del desgaste del gobierno de Rajoy. Susana las ha convocado antes de que tocara para que no le perjudique el posible triunfo de Rajoy. Será Andalucía la que influya en las generales y no al revés. Está bien pensado en este sentido.

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