La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Sánchez olvida a sus valedores

Pedro Sánchez no es como Zapatero: casi todos sus ministros son más brillantes, cualificados y solventes que él

Ha acertado Pedro Sánchez en la designación de su Gobierno. Con Sánchez siempre hay riesgo de equivocarse: cada vez que se le ha dado por muerto irreversible ha resucitado, así en el PSOE como en la política nacional. Ahora se auguraba un Ejecutivo mediocre, propio de un presidente inseguro, y llegan diecisiete ministros -y ministras- con más cualificación profesional y currículo que el jefe que los nombra.

Mujer, de más de 50 años, con estudios superiores y experiencia en la gestión pública. Este es el perfil dominante en el Gobierno. Salvo alguna extravagancia que recuerda a Zapatero, los ministros son gente madura y sólida, con trayectorias más ricas que Pedro Sánchez y, en varios casos, brillantes. Valen por sí mismos, no por la autoridad del dedo que los ha investido.

El segundo acierto de Sánchez ha sido desentenderse de entrada de la amalgama de populistas, separatistas y vasco-aprovechados que le acaba de conducir a la Moncloa, lo que puede verse como tremenda injusticia por los damnificados, pero para el presidente es tabla de supervivencia. Con la titular de Economía, Nadia Calviño, se envía a Europa un mensaje de ortodoxia, estabilidad y control del déficit, y con Josep Borrell, en Exteriores, se asegura la defensa en el mundo de la España constitucional frente a la mentira del independentismo catalán. Lo ha rematado la ministra de Defensa, la ambiciosa Margarita Robles, advirtiendo sobre el papel de las Fuerzas Armadas en relación con la Carta Magna y la unidad de España.

En fin, malas noticias para Quim Torra y todos los de los lacitos amarillos, cuyos diputados, tanto del PdCAT como de ERC, votaron a favor de Pedro Sánchez en la moción de censura a Rajoy. Igual que Pablo Iglesias, que el mismo día de la toma de posesión del Gobierno pronosticaba que a Pedro le espera un calvario si se obstina en olvidarse de quién le ha aupado al poder (por ejemplo, colocando en Interior al juez Grande-Marlaska, al que él vincula demagógicamente con el Partido Popular). También Arnaldo Otegi, otro de los valedores de Pedro Sánchez, ha recordado que este juez le mandó dos veces a la cárcel.

Es cierto que el Gobierno ha sido mejor recibido por los partidos que votaron contra su presidente que por los que votaron a favor. Otra de las paradojas de Sánchez. Ha hecho una apuesta decidida por mantenerse el máximo tiempo posible. Que vaya a conseguirlo ya es otra cuestión.

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