Semana Santa en peligro

Vista la forma efectista y sadomasoquista de actuar, hay muchas posibilidades de que la suspendan

En estos momentos, la principal inquietud del coronavirus en Sevilla es qué va a suceder con los eventos de primavera. Tenemos en el calendario cercano la Semana Santa y la Feria, además de la final de la Copa del Rey, prevista para el 18 de abril en el estadio de la Cartuja, que debería convertir a Sevilla en la ciudad ideal para el turismo vasco de ese finde, ya que la disputarán Athletic de Bilbao y Real Sociedad. Una final que quizá sea aplazada a mayo. Se debe tener en cuenta que con esos tres eventos está en juego, aproximadamente, el 40% de los ingresos de los hoteles sevillanos en el año 2020. Por no hablar de la hostelería y el comercio en general. Por consiguiente, para cargarse las fiestas de primavera, debería estar muy justificado. No se puede incluir en el paquete de medidas por exceso preventivo, ni por llamar la atención.

España ha perdido credibilidad internacional. En este país empezaron tomándose el coronavirus a la ligera, aunque con serenidad, eso sí. No adoptaron medidas elementales, en principio. Los casos fueron proliferando, mayormente en las comunidades donde todos los años hay más gripe, que suelen ser las del norte y Madrid, lo que no pasa por casualidad. Tras una gestión que se les ha ido de las manos, España ha entrado en el G-7 del coronavirus. Ya es el sexto país del mundo con más casos, tras China, Italia, Corea del Sur, Irán y Francia (por ese orden), superando por poco a Japón y Alemania. Aunque es probable que en otros países menos transparentes haya más casos y se los callen.

Al llegar a este punto delicado, han adoptado medidas con tintes fuertes, para que la población sienta los latigazos del mal. En Madrid han prohibido las clases, desde las guarderías hasta la Universidad. También las bibliotecas. ¿Por qué prohíben las clases y permiten el Metro y los autobuses urbanos? ¿Eso es científico? ¿Y no se propagará más la enfermedad por el resto de España si los universitarios vuelven a sus lugares de origen?

A esas preguntas no hay respuestas categóricas. Adoptan medidas según los días. Afirmó Juan Espadas que "a día de hoy" no peligran la Semana Santa y la Feria. Sin embargo, vista la forma efectista y sadomasoquista de actuar, hay muchas posibilidades de que la suspendan. Como dice Juan Marín, vicepresidente de la Junta, si el Nazareno no sale a la calle, le rezaremos en la iglesia. Al parecer, en la iglesia no hay posibilidades de contagiarse.

El sadomasoquismo era eso: flagelarse para disfrutarlo. Y decir que lo peor está por llegar, mientras Xi Jinping se pasea por Wuhan, donde empezó todo.

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