Previsión El tiempo en Sevilla para el Viernes Santo

La ciudad y los días

Carlos Colón

Sensatez democrática

UN día leo esta mentira manipuladora: "La Cruzada continúa. La encíclica de Benedicto XVI Spe salvi ratifica y radicaliza el anatema de la Iglesia católica contra una modernidad culpable de desobedecer a Diosý (ý). Ratzinger se postula explícitamente para el liderazgo mundial del fundamentalismo religioso, el no terrorista, obviamente". Y otro -¿es exagerado pensar que se trata de una campaña, si un mismo medio publica ambos artículos la misma semana?- leo esta manipulación mentirosa: "La mayoría de las religiones se han hecho en los últimos años más conservadoras y fundamentalistas, lo cual es cierto del Islam, al que suele identificarse como el paradigma del fundamentalismo, pero también lo es del judaísmo, del hinduismo y del cristianismo, tanto protestante como católico. (ý). Ese impulso fundamentalista en la religión y en la política traspasa fronteras, ataca el pluralismo y persigue a los disidentes. Quienes crean que sólo está en el mundo islámico o en la América de Bush, que miren un poco dentro de sus casas".

¿Qué Cruzada continúa? ¿El Papa es un líder fundamentalista? ¿Son comparables EEUU e Irán o, en número y acciones, el integrismo cristiano y el fundamentalismo islámico? ¿En qué país occidental se funden política y religión, se ataca el pluralismo o se persigue a los disidentes? Responda cada cual, con información y sin pasión, a partir de su cotidiana experiencia.

En 1932 Manuel de Falla y Fernando de los Ríos intercambiaron unas cartas en las que hay enseñanza para nosotros. Preocupado por el rumbo de la República en materia religiosa, Falla preguntaba: "¿Por qué confundir una posición anticlerical con una ofensiva anticristiana? ¿Por qué ese empeño oficial de hacer antipática la República a todo verdadero cristiano, por antimonárquico que sea?". De los Ríos le contestaba: "Por lo visto, desgraciadamente, no ha llegado a usted cómo en el momento más decisivo de esta época española, frente a mi partido y contra la mayoría, al discutirse la cuestión religiosa en el Parlamento sostuve la actitud más moderada y respetuosa que hubo de ser defendida, la que ahora lamentan las derechas que no se adoptase, esas derechas que en sus periódicos me presentan como símbolo de antirreligiosidad y en privado me piden amparo de continuo". Ambos eran republicanos y, cada uno a su manera, muy religiosos. Recordando lo poco que la tolerancia e inteligencia de quienes pensaban como ellos logró entonces, y en vísperas de una dura campaña electoral, ¿podríamos hacer un esfuerzo de tolerancia e inteligencia que nos devuelva la sensatez democrática?

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios