El Ayuntamiento dio ayer a la boda del madridista camero Sergio Ramos y la televisiva Pilar Rubio todas las características de gran acontecimiento, de esos que ponen a Sevilla en el mapa y que permiten a Juan Espadas y Antonio Muñoz sacar músculo. Hubo plan especial de seguridad, plan especial de tráfico e incluso el Cabildo renunció a hora y media de visita turística para que el templo estuviese preparado para el enlace. Lo cierto es que ayer en todos los medios y en todas las redes Sevilla y su Catedral fueron protagonistas junto con los novios y sus invitados. Seguro que a la ciudad no le viene mal.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios