LA Bolsa española, a diferencia del resto de mercados europeos, cerró con leves pérdidas del 0,03% una sesión que estuvo marcada por la alta volatilidad y en la que compartieron protagonismo Grecia y el Banco Central Europeo (BCE).

Con la prima de riesgo a la baja, en 125 puntos básicos, pero aún con el rendimiento del bono en el 2%, el principal selectivo español, el Íbex 35, cayó hasta los 11.267,60 puntos, con lo que las ganancias anuales se quedan en el 9,61%.

En el resto de Europa, Milán subió el 0,14 %; París, el 0,59%; Londres, el 0,32% y Fráncfort, el 0,80%.

La bolsa española comenzó el día con ligeras ganancias, que en pocos minutos se convirtieron en pérdidas pese a que la OCDE elevó sus previsiones de crecimiento en España, al 2,9% en 2015, y al 2,8% en 2016. Además, ayer se publicó que los precios de exportación industrial subieron el 1,5% en abril, y que la confianza de los consumidores aumentó en mayo hasta máximos. En la sesión también se conoció que el crecimiento en el sector servicios continúa a un ritmo fuerte.

De los grandes valores del selectivo español, Inditex perdió el 0,28%; mientras que Repsol subió el 0,03%; Iberdrola, el 0,06%; Telefónica, el 0,54%; Santander, el 0,87%; y BBVA, el 0,89%.

Dentro del Íbex 35, Amadeus lideró las pérdidas al caer el 9,73%, después de que Lufthansa haya comunicado que cobrará tasas a las reservas realizadas mediante sistemas de distribución global. Le siguió otra empresa relacionada con el turismo, IAG, que perdió el 3,04% y una de la construcción ACS, que se dejó el 1,78%. Por el contrario, ArcelorMittal fue la que más subió, el 2,89%.

En el mercado continuo, Axiare se desplomó el 79,17%, mientras que Amper se disparó el 20,56 %.

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