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Fragmentos

juan ruesga navarro

Si Sevilla fuera Ítaca

La conservación de nuestro patrimonio y mejora de los museos es un punto de partida

En la Odisea, Homero relata las aventuras de Ulises en su viaje de retorno a Ítaca, tras la caída de Troya. Tener el final del viaje tan claro, el deseo de regresar a casa, permite a Ulises saber que cada episodio es sólo un fragmento de algo mayor, su propia vida. Es la fuerza interior del objetivo final la que lo motiva. Es el deseo de alcanzar una meta buscada el que moldea una existencia. "Ten siempre a Ítaca en tu mente. Llegar allí es tu destino", nos dice Cavafis.

Plantear objetivos aparentemente utópicos tiene un valor estratégico en sí mismo. Nos hace movilizar todo nuestro ingenio y recursos para acercarnos paso a paso al objetivo final. ¿Tiene Sevilla una estrategia como ciudad? ¿Una utopía, un objetivo final, un proyecto de ciudad, que haga que nos movilicemos y vayamos avanzando paso a paso en esa dirección? ¿Un objetivo que agrupe voluntades y esfuerzos? Cultura, turismo, universidad, innovación, servicios, etcétera ¿Turismo cultural? La conservación de nuestro patrimonio y mejora de los museos es un punto de partida. Los proyectos e infraestructuras culturales no deben ser sólo de consumo interno, sino de gran convocatoria, como se ha demostrado que es posible. ¿Una ciudad para universitarios? Necesitamos campus de investigación y excelencia que atraiga universitarios del mundo entero. Potenciar al máximo la relación entre nuestras mejores empresas y la universidad. Aprovechar todo el potencial de las empresas instaladas en la Cartuja. Nos falta ese objetivo del más alto nivel. ¿Qué deseamos llegar a ser como ciudad? Necesitamos, como Ulises, la fuerza interior del objetivo final que es la que moldea la realidad. Y ese objetivo no lo encontraremos en los programas políticos ni en el planeamiento urbanístico. Eso sólo son instrumentos, como las infraestructuras ya planteadas (Metro, SE-40, enlace al aeropuerto, etcétera). Sin olvidar que el fin último de todo esto es conseguir una mejor calidad de vida para los ciudadanos. Pleno empleo, mejor nivel de renta y una ciudad cómoda para las familias y los mayores, con el mejor cuidado del medioambiente. Todo eso y más puede ser nuestra utopía.

Penélope, esposa de Ulises, entretuvo durante años a los pretendientes al trono de Ítaca deshaciendo por la noche el manto que tejía durante el día y que debía utilizar para casarse con el elegido. Así evitó la boda y que usurparan el trono, pero no pudo evitar que arruinaran a la ciudad con el ilimitado gasto de su estancia en el palacio durante tanto tiempo. Aquí en Sevilla, las cuestiones que atañen a la ciudad se alargan durante años, y se heredan de una corporación municipal a otra y casi de una generación para la siguiente. Claro que, transcurridos los años, poco a poco se van solucionando, pero con elevados costos de gestión, oportunidad y credibilidad. ¿Somos Ulises o Penélope?

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