Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Bárbara, el Rey, Jekyll y Hyde
El resultado muy igualado de la consulta sobre los días que debe durar la Feria de Abril, ha mostrado que en realidad hay, al menos, dos modelos de Feria, si no más. Ha quedado claro, y eso que no solamente han podido votar los empadronados en la ciudad, sino, al menos en este caso, parece que han podido votar los socios de casetas y los titulares de carruajes y enganches, vivan donde vivan, por ejemplo, en las urbanizaciones del Aljarafe. Como sospechábamos, no hay una Sevilla de criterios unificados sobre casi nada. Hemos crecido y ya no hay unanimidad, ni falta que hace seguramente. Pero al menos que lo tengamos claro para esta y otras tantas cuestiones. No es más que una muestra de lo que podría resultar de las consultas que se pudieran hacer en Sevilla. Y son muchas las cuestiones posibles sobre las que consultar. ¿O no?
En 1991, en los días que se aceleraban los preparativos para inaugurar la Exposición Universal de Sevilla, se planeaba en Viena, una gran ciudad con un gran turismo, una exposición a celebrar en 1995, que sucedería a la nuestra. Ya estaban empezados los trabajos de acondicionamiento en los terrenos a la orilla del Danubio. Y entonces convocaron un referéndum en el que resultó que el 65% de los vieneses votaron en contra de que se celebrara la Expo que hermanaba Viena y Budapest. ¿Por qué pensaron así? Muchas fueron las razones, como el encarecimiento que supondría y los inconvenientes de todo tipo, incluida la llegada de trabajadores extranjeros, pero pienso que a los habitantes de Viena no les compensaban las molestias porque todo lo que les contaban que ganarían, ya lo tenían. Un Metro completo recién terminado, la modernización de las calles del centro histórico. La restauración y puesta al día de sus principales edificios monumentales, incluido un flamante Museo de la Ciudad. Y mucho más. Creo que los vieneses sentían que su ciudad estaba terminada y funcionaba y no deseaban las incomodidades de los preparativos y de la propia Expo.
¿Creen ustedes que Sevilla está terminada? Piensen en todo lo que le hace falta a nuestra ciudad y por supuesto que funcione, para que nos demos cuenta de que está sin acabar. En las infraestructuras, como todos sabemos, es donde más cuestiones quedan pendientes: no tenemos la red de Metro completa ni un transporte público eficaz que conecte la estación de Santa Justa con el Aeropuerto, ni un buen servicio público que cubra las necesidades del área metropolitana, ni la SE-40. No es ágil el desarrollo del puerto y su engarce con la ciudad residencial. Ni cuándo ni cómo se van a convertir los terrenos de Tablada en el pulmón verde que siempre se dice. Algunas cuestiones dan pasos y se les ve el final: la Fábrica de Artillería, las Atarazanas, y están iniciadas las obras en los edificios de Altadis. La Ciudad de la Justicia está, pero ¿cómo y, sobre todo, dónde está? como diría Gila. Se hace mucho, pero muy despacio, y además ¡queda tanto…! Terminemos Sevilla, por favor.
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