EL lema de la Exposición Universal de Shanghai, la primera que supera a Sevilla 92, es Una ciudad mejor, una vida mejor. Naciones Unidas ha elegido para la Zona de Mejores Prácticas Urbanas de la Expo 2010 a 55 ciudades por sus iniciativas para mejorar la calidad de vida en las grandes urbes. De España han seleccionado a Bilbao (por la reconversión de su ría ligada al Guggenheim) y Barcelona (regeneración del barrio histórico Ciutat Vella, y el distrito tecnológico 22@ en lo que era periferia de industrias herrumbrosas de chimeneas apagadas). Además, Madrid participa con pabellón propio, en su estrategia olímpica de tener vitola universal. Les refiero otras elegidas: Rotterdam, Venecia, Düsseldorf, Sao Paulo, Malmoe, Praga, Liverpool, Osaka, Bolonia, Brest, Odense, Wroclaw, Rosario, San Francisco... También Hannover, por cómo reutiliza el distrito en el que montó hace 10 años su exposición universal. ¿Y Sevilla? ¿Cómo osan ignorar a la Ciudad de las Personas?

En Sevilla se relanzó el modelo de exposición universal. En eso sí somos olímpicos. Pero aquel pretexto de modernización y de situarnos en el concierto internacional se va apagando, en manos de un Ayuntamiento fatuo y descerebrado. Mientras crece el paro a la velocidad de los sms y la clase empresarial va a ritmo de galeón, allende los mares no somos ejemplo de mejores prácticas urbanas. En Shanghai sólo somos flamenco.

Lo que prima ahora es la promoción individual. Por eso Monteseirín & Marchena, cuando el mundo mira a Shanghai, no anuncian un viaje a Turquía del que deberían sentirse orgullosos. Alianza de civilizaciones y de búsquedas de un chollo cuando el PSOE les retire del escaparate. Antes de montarse en el jet privado, dejan caer el cambio en el centro del mobiliario urbano de su proyecto de modernidad. E incluso que se plantean montar en la Cartuja un monorraíl, tras vender en 2006 a una chatarrera de Muel (Zaragoza) el que teníamos arrumbado. A-lu-ci-nan-te.

El año que nos espera hasta las elecciones municipales va a ser La Era de los Descubrimientos.