Establecido está que el morbo maride con la curiosidad a la hora de asistir al acto de develar el cartel de la temporada taurina. La Real Maestranza tiene a bien elegir al pintot que realice la obra, pero no puede evitar que los asistentes pongan cara de póquer cuando tal asunto ocurre. Nunca se olvida aquella especie de pinchito que Miquel Barceló perpetró poniendo un toro en lugar del trozo de carne que es atravesado. En esta ocasión, el artista elegido es Albert Oehlen, un teutón de la Renania Alta con pinta de ex carrilero del Bayer Leverkusen que se confiesa un poquito aficionado al toreo desde que vivió en Carmona. Y como el sentido abstracto de cada cual es libre para interpretar la obra de turno, nadie puede sustraerse a la idea de que en el meollo de esa sinfonía de líneas encuentre a José sacando al toro del caballo con una larga cordobesa. Será por soñar...
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