SOÑAR sale barato, pero hay sueños que matan sólo con pensar que puedan cumplirse. Miedo da que ese sueño con que tanto sueña cierto fumador en pipa vaya a convertirse en realidad y que la Alcaldía de Sevilla se devalúe todavía más. Clamaba aterrorizado aquel tullido que se despeñaba por la ladera del santuario milagrero lo de Virgencita, que me quede como estoy. Cambiaba sin dudarlo el milagro que iba buscando por que no se moviese un varal y que la cosa no fuese a ir para peor, que para eso siempre hay tiempo. Y eso decimos desde aquí, que para empeorar siempre estamos a tiempo y que tampoco hay prisa para ello. Por eso cuando el otro día oíamos cómo el fumador en pipa que tanto manda con tan poco respaldo en las urnas nos tocábamos la ropa y clamábamos como el tullido que se despeñaba en Lourdes, Virgencita, que nos quedemos como estamos. Y es que hay cada sueño...