Azul Klein

Charo Ramos

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Sumarse al Prado

Más de 5.000 personas se han movilizado para comprar un cuadro del pintor francés Simón Vouet

Este domingo finaliza la campaña de micromecenazgo Súmate al Prado que la pinacoteca ha lanzado para comprar un cuadro del francés Simon Vouet, Retrato de niña con paloma, que enriquecerá notablemente sus fondos en un momento tan relevante como su Bicentenario. Su modelo es la misma mujer que protagoniza el otro lienzo que el museo tiene de este pintor del siglo XVII, contemporáneo de Poussin y Lorrain.

La obra se va a adquirir por 200.000 euros a una colección particular española y desde el lanzamiento de la campaña se han reunido más de 150.000 euros en pequeñas aportaciones a partir de cinco. La iniciativa, novedosa en la historia del museo que dirige Miguel Falomir, ha demostrado la capacidad movilizadora del Prado para sacudir la conciencia patrimonial y la generosidad de los españoles. Los artistas andaluces Sara Baras y Antonio Banderas han grabado vídeos de apoyo a la propuesta. Y ha sido a través de las redes sociales por donde esta idea ha calado entre tantas personas, que anoche rondaban las 5.370.

Cuando se participa, el nombre del mecenas se incluye en una lista donde, a poco que se mire, encontramos una magnífica representación de la sociedad española, desde artistas instalados aquí desde hace tiempo, como Pierre Gonnord y Dorothea von Elbe, a investigadores como Benito Navarrete, empresarios, políticos y todo tipo de trabajadores, desempleados y estudiantes anónimos, muchos de los cuales se habrán sumado por vez primera a un proyecto de estas características. El amor por el Prado no tiene fronteras y no es extraño que en la entrevista que Falomir concedió días atrás a este medio afirmara que el consenso que despierta en estos momentos la pinacoteca es único en la España actual.

En Sevilla, el IV Centenario de Murillo ha ofrecido también un contexto único para que las instituciones culturales devuelvan a la ciudad el orgullo de ser la cuna de uno de los mejores artistas europeos y uno de los más demandados internacionalmente hasta mediados del XIX. Por esa murillomanía salieron muchísimas obras de Sevilla para no regresar jamás. Algunas han vuelto ahora, 200 años después, con motivo de la espléndida muestra del Museo de Bellas Artes, ocasión única para admirar su pintura de género, ausente casi por completo de las colecciones españolas.

Esta tarde Sotheby's Londres subastará, por 200.000 libras, un Niño Jesús dormido sobre la cruz de Murillo que en su día perteneció al infante Luis de Borbón y Farnesio y ahora saca a puja una familia inglesa. Nos quejamos de lo mucho que perdió Sevilla pero hubiera sido hermoso adquirir entre todos al menos un boceto para dejar un legado conforme al espíritu cívico del IV Centenario. Murillo es un genio incluso en sus dibujos y escenas preparatorias.

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