ESPECTÁCULO o información? Si a alguien le quedaba alguna duda de lo que pretenden TVE y el Ayuntamiento de Pamplona (ambos como coproductores) con los especiales Viva San Fermín, este 6 de julio quedó la mar de claro. El spot del chupinazo duraba 90 minutos.

Cuando faltaban doce minutos para el mediodía, unos desconocidos desplegaron una ikurriña gigante. Los espectadores la vimos de refilón en un plano lateral. Pero nadie nos contó lo que pasaba. El realizador de la transmisión, Luis Campoy, pinchó hacia otro lado. Intuimos lo que ocurría. Pero nos lo estaban ocultando. Los últimos minutos antes del mediodía el realizador de TVE, que tenía tiros de cámara por todas partes, sólo nos mostraba el gentío en la plaza, evitando a toda costa un plano general de la fachada del Ayuntamiento. Así, aguantando el tipo, tratando que no se notara, llegó la hora mítica. Sólo entonces, sólo un minuto después de las doce del mediodía alguien dio la orden de que ya se podía contar qué estaba pasando. Seguramente porque en las emisoras de radio no se hablaba de otra cosa. Fue entonces cuando, abiertamente, se mostró el plano censurado. El de la ikurriña gigante. El de esa bandera tan poco sutil como la censura impuesta hacia ella.

Los comentaristas trataron de quitar hierro al asunto. Solano incluso llegó a aconsejar al alcalde que el 'Pobre de mí' se cante veinte minutos después de lo habitual, para completar las 204 horas de fiesta estipuladas. Pero ante la realidad que se impone no hay ocultaciones que valgan. Todos escuchamos, por más que los tratasen de tapar los comentaristas, los cánticos de la muchedumbre, todos vimos las pancartas. ¿Hasta cuándo va a seguir habiendo temas tabú?