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Desde mi córner

Luis Carlos Peris

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Tarde de cuchillos largos en Heliópolis

Con el Valencia en las semifinales se abrió la caja de los truenos para el clima de hoy

Tarde de cuchillos largos porque esto no es lo que era, nada que ver con lo que era. Llega a Heliópolis un enemigo que ha vuelto a convertirse en una especie de bestia negra para el Betis tras una especie de bienio negro particular entrambos. Tres derrotas y un empate en Liga más una dolorosa eliminación en semifinales de Copa es el balance en aquel tiempo en que Setién era el blanco de casi todas las iras verdiblancas.

Aquella eliminación copera, que fue en semifinales, no se olvide, fue el principio del fin de un proyecto que se fiaba a tres años y que tuvo sus dientes de sierra, pero con más aspectos positivos que negativos. Aquello fue el motivo para que el griterío más o menos desinteresado ganara la batalla y que hogaño sea Rubi y no Setién quien patronee la nave. Y las cosas no parece que hayan ido a mejor, pero ahora estamos en otra historia aun cuando también esté el Valencia en ella.

Se acabó el parón liguero y el fracaso en el derbi queda lejos, pero quedan rescoldos, sobre todo cuando en el Betis se vive lo que se vive. Además, la presencia en el campo de un hombre que sigue siendo santo y seña para muchos béticos. El retorno de Lorenzo Serra le añade un plus de morbosidad al partido y me imagino que no será, precisamente, un punto de ventaja hacia el triunfo, hacia ese triunfo que tanto desean los que verdaderamente quieren al Real Betis Balompié.

Tampoco vive momentos bonancibles el Valencia, pues se ha constituido en el ejemplo más claro de cuánto daño puede hacer el telemando y no cabe duda de que Singapur está muy lejos del Turia. En fin, que ojalá no se le tuerza la tarde a este Betis tan asaeteado y que cuando anochezca estén alegres sólo los que lo quieren de verdad. Se prevé tarde de digestión pesada y de cuchillos largos, pero eso parece haberse convertido en el sino de este Betis tan acosado.

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