Panorama desolador el que ofrece el país en general y que se hace particularmente espeluznante en la España degradada con epicentro en los suburbios sevillanos. La Caja Negra que ayer bordaba Carlos Navarro nos mostraba un escenario terrorífico de convivencia imposible por un grado de delincuencia que debería avergonzar a la autoridad. Autoridad indudablemente incompetente que permite que un estado selvático se enseñoree de la urbe. Barrios que se levantaron como residencias de la clase obrera ya lideran el índice de pobreza español, lo que se agrava con el nivel de delincuencia que anida. Criaderos de marihuana impunemente instalados en pisos, enganches de electricidad ilegales, gueto en que la Policía ni se atreve a entrar. Un panorama que ni a pensar que pudiera darse hace un par de telediarios, pero lo malo es que lo peor esté por llegar.
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