ABBUDIN es como la Libertonia de los hermanos Marx, pero en su versión moruna, lo que debe de dar mucho miedo a los estadounidenses de ahora. Un novelón de horror en el que los malos tienen pinta de terroristas del Telediario y donde meten a una familia de yanquis, con un hijo gay para que no falte de nada, como pulpos en el garaje de Ana Mato, con cara de alelaos. ¿Pero qué demonios hacen los de Modern family entre tantos árabes siniestros? Ah, pues algo normal. Es que están emparentados con el dictador de esta ficticia república marxista de opereta y al cabeza de familia, el hijo mayor del sanguinario caudillo, le quieren endilgar en verdad un marrón fenomenal. Su hermano menor tiene una vocación psicópata desde chiquetito y la lía allá donde va, el muy soplador vividor.

A todo esto tan cachondeable lo han llamado Tyrant, Tirano, y lo produce el canal FX y en España lo ha estrenado Fox (y capaz de que alguien la estrene en abierto). Detrás de la serie están dos de los creadores de Homeland, Howard Gordon y Gideon Raff, lo que no quiere decir tanto. En lugar de jugar al despiste y planear una sutil e inteligente caza del zorro han ido a una telenovela fácil, maniquea, sobreactuada e inverosímil hasta el límite de lo delirante. Aspira a ser cruda y se queda en rasgos de película de intriga de saldo.

Lo de Tyrant se puede dejar caer en una tarde navideña e involuntariamente hasta causa risa. Pero también es un ostentoso culebrón de quincalla. Es decir, a los fans del género les puede encantar. Y también a los nostálgicos de Falcon Crest. Esto es una anti-sugerencia Allá ustedes, no me sean malos en Navidad.